Mi Selva doliente

A cada paso
un estruendo en el lupanar
se siente como un último
que desquicia la noche lúgubre

El paujil se estremece
con un sonido que avanza
y que nadie detiene...
las huanganas... salen... si de su escondite...
el guacamayo se aleja presuroso...

Es mi selva que está apenada
del hombre vil que maltrata
de aquel que llora... sin saber llorar
de aquel que rasca... y no agradece...

Es mi selva que sufre...
cual latigazo inerte... que llora
que sufre...
es mi selva... que adolece..
el desprecio de aquel blanco
que destroza todo...

Pero en un claro de sol
la vida regresa...
como una luz que nos ayuda
regresa... mi selva apenada... doliente

Vuelvo los ojos... tal vez locos
y encuentro los árboles renacer...
como si ante ellos el tiempo no pasará
si ante ellos... la tristeza... NO PASARÁ...

Maldito al indolente blanco que no aprende..
maldito aquel que me destruye...
suele sentirse en el ambiente...

Y la selva... apenada y ardiente...
va perdiendo un terreno nunca ganado...
el hombre... va ganando... un aire que ya no respira...
el aire de la ... selva...