LA RELIGIÓN MILENARIA DE LOS NEGROS TRAIDOS DE AFRICALa religión que trajeron fue extirpada de raíz en nuestro país pero se asentó en forma peculiar en Brasil, Uruguay y Centro América.
LA UMBANDA es un culto de corte sincretista, una especie de cocktail místico, a base de religión africana, mezclada más tarde con catolicismo popular, cultos indígenas brasileños, el espiritismo de Allan Kardec y ocultismo europeo.
Desde mediados del siglo XVI comenzaron a llegar los primeros negros esclavos capturados en las costas de África y vendidos en América para desempeñar tareas domésticas y de campo. La mayoría eran desembarcados en la ciudad de Bahía y luego enviados a otras partes del Brasil.
Los negros esclavos de las distintas naciones nagós o yorubás, bantús o yeyés, trajeron consigo su música, sus costumbres y por supuesto su religión. Creían en una divinidad suprema llamada Olorum y en muchos
intermediarios llamados Orixás. Los que compraban a estos esclavos se comprometían a adoctrinarlos en la fe cristiana, pero el desconocimiento de los distintos dialectos africanos y el ocultamiento de imágenes y cultos impidió a la Iglesia una auténtica evangelización. Una muestra de ello es que los esclavos eran todos bautizados en la fe, pero aceptaban el catolicismo sin abandonar su milenaria religión traída de África. Al mismo tiempo los negros protegieron sus rituales africanos, utilizando imágenes de santos católicos para representar a sus propias divinidades, identificando a los santos con los Orixás y a los demonios con los Exús.
La evolución. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, se unificaron varios cultos africanos en la ciudad de Bahía, dando nacimiento al Candomblé.
En el siglo XIX la religión afro-brasileña-católica experimentó una fuerte influencia religiosa de los indígenas, de tal manera que las divinidades africanas encontraron sus equivalentes en las indígenas llamándolas Caboclos. Fue entonces que en estos cultos aparecieron juntas las imágenes de santos católicos, las divinidades africanas y las indígenas como Tupí Nambá y el Caboclo Sete Frechas.
A todo esto se suma la llegada al Brasil en 1863 del espiritismo de Allan Kardec, que aportó la creencia en la mediumnidad, es decir, la posibilidad de que los vivos entren en contacto con los espíritus de los muertos. Del espiritismo también adoptaron la creencia en la reencarnación del alma, en sucesivas vidas terrenales, la ley de causa y efecto (el Karma Hindú), y el énfasis en la caridad y el consejo.
A principios de siglo comenzaron a diferenciarse la Umbanda y la Quimbanda, asociándose la primera a la magia blanca y la última a la magia negra. De su contacto con el ocultismo y esoterismo europeo adoptó los "baños de descarga" y los "santiguados" para diversas finalidades.
LA UMBANDA es un culto de corte sincretista, una especie de cocktail místico, a base de religión africana, mezclada más tarde con catolicismo popular, cultos indígenas brasileños, el espiritismo de Allan Kardec y ocultismo europeo.
Desde mediados del siglo XVI comenzaron a llegar los primeros negros esclavos capturados en las costas de África y vendidos en América para desempeñar tareas domésticas y de campo. La mayoría eran desembarcados en la ciudad de Bahía y luego enviados a otras partes del Brasil.
Los negros esclavos de las distintas naciones nagós o yorubás, bantús o yeyés, trajeron consigo su música, sus costumbres y por supuesto su religión. Creían en una divinidad suprema llamada Olorum y en muchos
intermediarios llamados Orixás. Los que compraban a estos esclavos se comprometían a adoctrinarlos en la fe cristiana, pero el desconocimiento de los distintos dialectos africanos y el ocultamiento de imágenes y cultos impidió a la Iglesia una auténtica evangelización. Una muestra de ello es que los esclavos eran todos bautizados en la fe, pero aceptaban el catolicismo sin abandonar su milenaria religión traída de África. Al mismo tiempo los negros protegieron sus rituales africanos, utilizando imágenes de santos católicos para representar a sus propias divinidades, identificando a los santos con los Orixás y a los demonios con los Exús.
La evolución. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, se unificaron varios cultos africanos en la ciudad de Bahía, dando nacimiento al Candomblé.
En el siglo XIX la religión afro-brasileña-católica experimentó una fuerte influencia religiosa de los indígenas, de tal manera que las divinidades africanas encontraron sus equivalentes en las indígenas llamándolas Caboclos. Fue entonces que en estos cultos aparecieron juntas las imágenes de santos católicos, las divinidades africanas y las indígenas como Tupí Nambá y el Caboclo Sete Frechas.
A todo esto se suma la llegada al Brasil en 1863 del espiritismo de Allan Kardec, que aportó la creencia en la mediumnidad, es decir, la posibilidad de que los vivos entren en contacto con los espíritus de los muertos. Del espiritismo también adoptaron la creencia en la reencarnación del alma, en sucesivas vidas terrenales, la ley de causa y efecto (el Karma Hindú), y el énfasis en la caridad y el consejo.
A principios de siglo comenzaron a diferenciarse la Umbanda y la Quimbanda, asociándose la primera a la magia blanca y la última a la magia negra. De su contacto con el ocultismo y esoterismo europeo adoptó los "baños de descarga" y los "santiguados" para diversas finalidades.
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