LA GUERRA SIN CUARTEL EN FILIPÍNAS A LAS DROGAS...
RODRIGO DURERTE:
Si conocéis algún drogadicto, matadle vosotros mismos
Si conocéis algún drogadicto, matadle vosotros mismos
Las insistencia en los pedidos de Duterte, que realizó una campaña electoral basada en la guerra contra la delincuencia, se empezó a notar incluso antes de conocerse los resultados oficiales de las elecciones y de que el nuevo mandatario ocupara su cargo.
Cadáveres acribillados y cuerpos descuartizados han aparecido en las calles de Filipinas con más frecuencia, a la par que aumentaron los tiroteos entre policías y supuestos traficantes de drogas que terminaron con todos los criminales muertos.
Incluso algunos de los restos humanos hallados sin vida fueron arrojados con carteles en los que se muestra el apoyo a la violenta guerra contra el crimen promovida por Duterte.
En las primeras semanas tras la celebración de los comicios, la Policía admitió que el número de traficantes muertos en Filipinas había aumentado en un 200 por ciento respecto a los datos de 2016 recabados antes de las elecciones.
Los datos más recientes apuntan que desde que el mandatario fuera investido el día 30 de junio, un total de 30 personas supuestamente relacionadas con las drogas han muerto a lo largo del archipiélago en diferentes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, según cifras de la Policía.
La oleada de muertes, que aparece reflejada en los medios de comunicación filipinos a diario, ha provocado que cientos de traficantes a pequeña escala y drogadictos confiesen sus crímenes de propia voluntad por miedo a ser tiroteados por los oficiales.
En Quezon, la ciudad más populosa de las que forman parte del Área Metropolitana de Manila, más de mil traficantes y drogodependientes han acudido a las comisarías de la zona, pero las autoridades no cuentan con los medios para atenderles.
"La realidad es que les tenemos que mandar a casa, y desde ahí serán supervisados por oficiales locales", dijo ayer el alcalde de Quezon, Herbert Bautista, en una entrevista con los medios locales.
La violenta campaña contra los estupefacientes de Duterte está afectando al propio cuerpo de la Policía, al que el presidente ha criticado en numerosas ocasiones y ha calificado de "corrupto".
El nuevo jefe de la Policía de Filipinas, Ronald Dela Rosa, ha instado a los agentes que participan en actividades criminales a confesar, o de lo contrario morirán.
"Entregaros en 48 horas o morid", dijo Dela Rosa el pasado viernes.
La Comisión de Derechos Humanos de Filipinas prevé que la situación empeore y que se produzcan muchas más ejecuciones de supuestos delincuentes a manos de las fuerzas de seguridad.
"Tenemos ahora un presidente que dice que si eres policía, militar o incluso un ciudadano y encuentras a un criminal y le matas, te apoya. Obviamente con ese tipo de mensaje anticipamos que va a haber un incremento en estas violaciones", señaló a Efe el presidente de la institución filipina, Chito Gascón.
La organización tampoco se ha mostrado positiva en relación a su poder de influencia para frenar estas muertes.
"Nosotros solo podemos seguir denunciando la situación y que la gente nos escuche, pero ni siquiera estoy seguro que nos vayan a escuchar", confesó Gascón.
"Después de 30 años de democracia, la gente está cansada de que nada cambie y dicen que quizá necesitamos a alguien fuerte, paz y orden, y menos derechos humanos. Ese es el nuevo discurso", explicó.
"Sinceramente, no sé como de efectivos vamos a ser en la defensa de derechos humanos. Nosotros somos una institución pequeña", sentencia Gascón.
¿ESTÁ TENIENDO RESULTADOS SU LLAMADO A LAS ARMAS?
APARENTEMENTE... SI... SE ESTÁN BAJANDO A TODO LO QUE SE ENCUENTRA... BUENO O MALO Y LA POLICÍA ESTÁ EN MEDIO DE TODO ESTO...
APARENTEMENTE... SI... SE ESTÁN BAJANDO A TODO LO QUE SE ENCUENTRA... BUENO O MALO Y LA POLICÍA ESTÁ EN MEDIO DE TODO ESTO...
¿SERÍA ESTO UNA MEDIDA A TOMAR EN CUENTAR...?
GUERRA O MUERTE A LA DELINCUENCIA...
GUERRA O MUERTE A LA DELINCUENCIA...
Política antidrogas de Rodrigo Duterte ha dejado más de 2,400 muertos en Filipinas
Martes 06 de septiembre del 2016 | 11:46
La estrategia del actual mandatario es liberar a la población de la delincuencia y el narcotráfico eliminando a sus responsables, y al costo que sea necesario.
Cuando Rodrigo Duterte se convirtió en Presidente de Filipinas, el pasado 30 de junio, dijo que estando él al mando los 1,000 criminales asesinados se convertirán en 100,000. En apenas dos meses de mandato, ya va por las 2,400 personas muertes en operaciones antidroga.
Martes 06 de septiembre del 2016 | 11:46
La estrategia del actual mandatario es liberar a la población de la delincuencia y el narcotráfico eliminando a sus responsables, y al costo que sea necesario.
Cuando Rodrigo Duterte se convirtió en Presidente de Filipinas, el pasado 30 de junio, dijo que estando él al mando los 1,000 criminales asesinados se convertirán en 100,000. En apenas dos meses de mandato, ya va por las 2,400 personas muertes en operaciones antidroga.
La estrategia de Duterte —según él mismo ha dado a conocer desde que se presentó como candidato— es, simplemente (o no tan simple) liberar a la población de la delincuencia y el narcotráfico eliminando a sus responsables, aunque eso signifique incumplir leyes, afectar los derechos humanos o enfrentarse a la prensa.
Durante su corto desempeño como mandatario ya ha dejado una larga lista de hechos que demuestran que sí está hablando en serio.
En su último incidente —del que luego se arrepintió— llamó ‘hijo de puta’ al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien de inmediato canceló una reunión que tenían programada en la cumbre ESAN, en Laos.

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